miércoles, 29 de agosto de 2012

"Elegir"

Generación tras generación, hemos creído elegir; elegir la vida que construimos, nuestros quehaceres, nuestros amores, nuestras creencias… nuestros hábitos: hábitos corporales, mentales, emocionales… hábitos. Pero un hábito no es más que un dispositivo automático generado para que nos resulte más sencillo habitar esta Tierra. Mas lo cierto es que eso no fue "elegir "(aunque haya quienes vivan y mueran creyendo que sí): fue adaptarse a lo que sentíamos que era “lo mejor”, creando defensas eficaces para sobrevivir. Pero un día, poco a poco, la conciencia ve, y recién entonces aparece la posibilidad de elegir. Porque quien elige es un elector: un individuo que se discierne a sí mismo de esos "implantes automáticos" y se detiene a leer su realidad; así se da cuenta de lo obvio, asombrado de cómo no había advertido que eso obvio lo estaba asfixiando. (Lo obvio no se ve, justamente porque siempre está ahí, como las pestañas de nuestros ojos…)

En ese proceso uno se palpa por dentro, se ausculta, se escucha... Y puede ser que por un tiempo dude o sienta cierto temor; pero, aun así, a pesar de su confusión, sí le advenga en cambio una contundente claridad respecto de qué es lo que necesita deselegir lo antes posible: aquello que le hace mal a su ánimo, a su cuerpo, a su tiempo, a su más clara hondura. Costumbres, vínculos, automaltratos y maltratos ajenos, actitudes, destinos erróneos… Entonces es posible que un vigor acrecentado le dé a uno la bravura suficiente como para ejecutar ese magnífico acto que vira el timón de nuestra barca hacia su verdadero Norte. Y así pueda respirar hondo, porque habrá hecho espacio para lo nuevo.


Hoy lo nuevo es la 
AZUL Y BLANCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario