La semana pasada
tiré el preocuparme, se estaba poniendo viejo y me estorbaba. Me impedía
ser yo mismo, no podía actuar a mi modo.
Tiré esas inhibiciones, no dejaban lugar para mí.
Hice lugar para mi nuevo crecimiento; me deshice de mis viejos sueños y
dudas. Tiré un libro sobre mi pasado (igual no tenía tiempo para
leerlo).
Lo reemplacé con nuevas metas y empecé a leerlo hoy.
Conseguí una nueva filosofía y también tiré la de mucho tiempo atrás.
Compré algunos libros nuevos llamados: puedo, haré y debo.
Tiré el podría, haría y debería. ¡Ah!, si hubieran visto el polvo...
Es bueno limpiar la casa, especialmente la interior; ya que deshacerse de tanta cosa que estorba, hace todo más alegre.
A lo mejor tú deberías tratar de hacer lo mismo.
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